Papa Noel me dio una orden de compra para que me compre una cartera.
Siempre tuve debilidad por el modelo Birkin de Hermès, pero con las marcas de lujo abandonando el país y los precios por las nubes ¡el tiempo se agotaba!, por lo tanto las imitaciones le ganaron a la versión original.
En enero comencé a navegar por la web y gracias a la recomendación de una amiga llegué hasta Flor Importados.
Pero me encontré con que estaba
Temí lo peor porque el modelo se agota rápidamente. El primer día hábil post vacaciones, llamé y agende cita.
Afortunadamente tenía colores de sobra: azul, celeste, rosa, naranja, rojo, violeta, verde y negro.
Mientras mirada meticulosamente, una y otra vez, modelo por modelo, escuché las recomendaciones:
-“¡Ojo con el fuelle, porque si tiras muy fuerte se puede romper!”
-“Hay que tener cuidado con la llave porque al tratarse de una imitación solo cierra superficialmente, no introduzcas la llave completamente”
-“La mayoría de las mujeres llevan la cartera abierta para evitar tener que estar retirando el candadito constantemente”
Tanta recomendación no era en vano, seguramente fanáticas anteriores habían reclamado la reposición del producto luego de un accidente en la vía pública.
Mi proceso de decisión de compra se hizo más lento y hasta me imaginé subiendo al colectivo, sacando la llavecita para abrir el candadito y sacar la SUBE para pagar el boleto (de música funcional se escuchaban las puteadas del resto de los pasajeros).
Estaba a punto de marcharme con las manos vacías hasta que de pronto ¡¡La vi!!
¡¡YSL fuimos hechas para caminar juntas!! Diseño práctico: cierre y la Y como broche era lo que estaba necesitando.
Aquí les dejo la foto.
Al fin y al cabo, a esta altura todas sabemos que los amores de verano nunca llegan al otoño.
Nota al pie: Las fotos de las carteras con pañuelos son del facebook de Flor Importados
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